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Reflexiones Cristianas

viernes, 20 de agosto de 2010

Orar es aceptar la insuficiencia humana



Orar es aceptar la insuficiencia humana

Respondió Jesús y les dijo: “Lo que yo hago tu no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después”.
S. Juan 13:7

            ¿Responde Dios todas las oraciones? ¿Por qué a veces sentimos como que tiene tiempo para todos, menos para nosotros? ¿Alguna vez te sentiste tan pequeño, tan indigno y tan pecador que pensaste que no tenias derecho a que Dios prestara oído a tu oración? Entonces existe algo que necesitas entender: tu sentido de insuficiencia es tu mejor oración.         El primer paso para empezar a percibir en nosotros la respuesta divina, es sentir que somos débiles y necesitados.

            Cuando oramos y le contamos a Dios todo lo que sucede en nuestras vidas, cuando llega la noche y le abrimos el corazón para hablar sin la preocupación del reloj, no es por que debamo0s hacer un informe de de lo que hicimos a lo largo del dia, sino para crear en nosotros un sentido de dependencia y necesidad de el.

            Aunque no hablásemos nada, y simplemente calleáramos de rodillas reconociendo que necesitamos de el, el Señor Jesús oiría y atendería nuestras necesidades.

            Tú que eres madre tal vez consigas entender lo que estoy diciendo. Mira a ese maravilloso hijo que tienes.    No sabe hablar, pero tiene necesidades: aliento, atención y el calor de la madre.         Todo sabe hacer es llorar, pero tu no estas esperando a que el hable para atender sus necesidades.       Por que lo amas, te esfuerzas por adivinar lo que necesita.        Tu eres madre en función de el. Ese pequeño bebe es un objeto de todo tu cariño y atención, sin importar si son las 8 de la noche o las 2 de la madrugada.

            Es mas o menos asy como Dios nos trata. Al orar, dejas de huir de Dios.            Le abres el corazón y le permites entrar.        Permites que el participe de tus sueños y planes.      Dejas que el tome parte de lo mas intimo de tu vida.           Tu nunca estas solo.          El y tu llagan a ser una solo persona. El en ti, santificando tu voluntad y viviendo en ti las grandes obras de victoria.

            Ahora que ambos son uno y viven juntos, aprende a confiar en el.            Aprende a no desesperarte cuando las respuestas divinas no son conforme a tus expectativas humanas. Orar es sentir la insuficiencia humana y abrirle el corazón a Dios como un amigo.  Muchas veces el tendrá que decirte: “Lo que yo hago, tu no lo comprendes ahora pero lo entenderás después”.

            Dios siempre dirige nuestras vidas como nosotros también la dirigiríamos si pudiésemos ver el fin desde el principio, y el futuro se encargara de mostrar como las horas que Dios no oía nuestras oraciones, fueron las horas que el estaba mas cerca de nosotros.

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